La costilla de Eva

Cuentan los libros profanos
que de la costilla de Eva,
surgió como subconjunto,
Adán.
Y que en la noche
ella lo abrazaba
como una extensión
de sí misma
en la fiesta
de las rectas que se entrecruzan
en algún que otro punto.
También dice la historia
que Eva no transportaba
manzanas para ofrecerlas
sino que éstas crecían
en los árboles
y
la fruta
maduraba despacio
esperando
que ,
espacio y subespacio ,
hicieran lo propio ,
y construyeran mínimos versos,
una oda al amor.

Martillo castellano

Martillo castellano,
que intentas doblegar el hierro,
con el tesón de tus dogmas,
con el doble rasero
de tus credos, 
con el oportuno látigo
de un capataz del medievo.
Disculpe vuestra merced,
mas este esclavo,
declárase en rebeldía.
Puede utilizar la espada
de su hipocresía,
indigno procer,
que declaras la fé que no posees.

Siempre fuimos sur

Si alguna perdimos el norte,
quizás es que nunca lo tuvimos
y siempre fuimos sur.
Al sur donde los atardeceres
tienen otra luz, 
donde la gente
es alegre y con poco se arreglan,
donde a veces el pan es para todos,
y el trabajo escasea,
donde el vino
fluye como sangre,
donde cada rincón tiene un recuerdo
sentimental,
un paisaje,
una flor,
la memoria de los que estuvieron.

Hoy es un día

Hoy es un día
para recobrar energías,
seguir poniendo ladrillos
de progreso,
cargarse de motivación.
Hoy es un día para
abrir las ventanas,
las puertas de la casa y salir
a atrapar intensos rayos de sol.
Hoy es un día,
distinto a cualquier otro,
y lo haremos especial,
sin más objetivo
que el de ordenar la mente,
ser honestos y generosos,
y vivir en paz.

Mis palabras

Mis palabras
no buscan una respuesta inmediata,
una contrapartida,
pues procuran
sembrar
pequeñas semillas de alegría
para que cuando la primavera venga broten
altas plantas con grandes hojas.

Mis palabras apenas esconden
mis alturas, mis bajezas,
mis virtudes, mis miserias.
¿Para qué esconder nada
si todo se acaba descubriendo?
Mejor aceptarse como uno es
y actuar de forma consecuente.

Mis palabras quizás echen de menos a
las tuyas.
Pero se acostumbran a los monólogos,
a los discursos en soledad.
Son pacientes. Y
sólo pretenden abrir el siguiente
camino.

El manager

El manager es un viejo caballero,
un crisol de miserias y mezquindades,
venido de clases subalternas,
y elevado a la abundancia.
En el ocaso de su vida laboral,
sacude
al personal con el látigo
de su estupidez.
Tahúr en el juego,
correveydile institucional,
burgués atrincherado
en un mundo de hoteles caros,
coches y señoritas de revista
y en aquellos Golden Years
del capitalismo norteamericano.
Utiliza un lenguaje chulesco,
un nulo respeto a las mujeres, a los negros y cualquier extranjero.
Dice ser un gourmet, haberse leído diez enciclopedias
y aburre cuando habla,
su magnetofón es inagotable.
Señor, haga la contabilidad financiera,
calcule los intereses y los beneficios,
el debe y el haber,
pero no nos instruya en su moral caduca y tóxica,
ya que no la necesitamos.

El lenguaje de tus ojos

Tus ojos
construyen un lenguaje
que se escribe
con frases
que apuntan a cada estado del ánimo.
En los días en que
brillan, y tienen la profundidad
de una alegría antígua,
llenan de una luz clara
todo el espacio que les rodea.
En los días en los que se oscurecen,
me hablan de tu llanto callado,
de todas tus renuncias,
tus esfuerzos y de veras
quisiera
decirte lo mucho
que te apoyo,
que no estás sola
en esta avenida olvidada,
en la que todos parecen
exigir y
ninguno parece dar.
En los días en que se aprecia
tu hielo,
me cuentan de una melancolía,
de tu lucha interior,
y no lo tomo como algo personal,
desvío la atención
y continúo con el siguiente verso
y no habrá frontera
intraspasable.

El paraíso del presente

Hay un paraíso que se forma en este
instante,
pues evoca la paz que supone
vivir en el presente.
No nos aferremos a los recuerdos tristes,
el agua pasada
fue río abajo.
Si no pudo ser,
si la circunstancia no fue proclive,
aceptémoslo y construyamos en
este momento,
la senda nueva,
para llegar
todavía más alto.
Los obstáculos
nos hacen más fuertes,
y la adversidad nos
convierte en casi gigantes,
y juntos
y unidos
alcanzaremos
el cielo.
Hay un paraíso que se forma en este
instante,
y lo saben las calles,
las plazas,
las farolas solitarias,
el imperfecto transeúnte, como tantos otros imperfectos, camina
tranquilo
recordando a su amor,
porque,
no ajeno a su distancia,
imagina´su hermosura,
su dulce voz,
su ternura,
las conversaciones
con ella
y le sirve de bálsamo contra
el tiempo,
como brújula contra el vacío
y el abismo.
Mas otras razones
encuentra en su diario,
para levantar el ánimo.
Y es sobre todo,
un hombre curioso
que habita en el paraíso
del presente,
un lugar sin puertas,
rejas o cerrojos.

Four children

Four children, four lost boats in the ocean,
caught by the sharks
when the night is deep
like the waters.
Don't put the blame on them, 
because the person who hurted you
is only one.
And your pride is the poison,
which sinks the ships into the depths.
Don't let someone else advice you,
when the advice
recommends that you should be away,
not worrying about the
sunken boats

Consecuencias

En la vida no hay premios, ni castigos,
tan sólo consecuencias de nuestros
actos.
Y uno debe aceptarlas,
como parte del aprendizaje,
como parte del viaje
que comenzamos
sin haber pedido
venir
a este mundo.
De cada prueba,
uno obtiene un resultado,
o varios resultados
y
de los versos que junto,
que son crónica
del existir,
no se obtiene ni prueba ni resultado,
porque cada palabra
que los componen
se abastece a sí misma.

Si en un verso te digo, Ven conmigo.
Esta frase podría quedarse en el poema o ser leída, interpretada, traducida,
sacada de contexto, manipulada positivamente, negativamente, pero
en un inicio sólo fue parida con su significado lineal.

Si en una conversación cotidiana, pronuncio, Ven conmigo,
habría varias respuestas posibles y cada respuesta inferiría una consecuencia.

Si en un verso te digo: Vuela conmigo,
la frase quedaría incompleta pero es más que suficiente,
para decir que juntos con la imaginación,
alcanzaremos metas.

Si en una conversación cotidiana, te sugiero, Vuela conmigo,
más y más alto,
tal vez digas que no se puede, que no tenemos alas,
y yo te diré que
las alas existen en nuestra mente,
y que nadie las podrá cortar si no nos dejamos.

Dame si quieres tu mano

Ven, dame si quieres
tu mano para que la tenga
así, acariciándola.

¿Dónde nos sentaremos?

Este jardín está repleto de bancos.
Fíjate en aquel.
El que está en la sombra
junto al cerezo.

¿Te gusta ese sitio?
Allí nos acomodaremos.
Cuéntame de ti,
cómo te trata la vida,
sabes que nunca serás
un error porque alguna vez me hiciste feliz
y yo entré al
amor sin pensarlo mucho.
Hoy como ayer
yo repetiría,
quién estando tan cuerdo,
no habría enloquecido
por el simple eco
que resuena en tu nombre.

Te diré quién
soy
cuando estoy contigo
y tú
me dirás lo que
contar quieras,
sobra decir.

Te hablaré despacio,
mirándote a los ojos,
esos mismos que
trajeron
la alegría a mi vida
en una mañana
de Abril.

Pétalos de rosa, árbol, viaje

Si te alejas, corazón,
llenaré el camino que recorres
en tu partida
colocando pétalos de rosa
a tu paso,


esperando que el viento no sople tan fuerte


que no puedas recordar
el camino de vuelta a este rincón
en el que siempre eres bienvenida.


Construiré un lugar
donde plantar un árbol,
que eche sólidas raíces
y que en el verano,
cuando el sol
desate su luz,
su sombra
nos brinde el refugio
y nos dé cobijo.


Te daré ánimos
para que vueles más alto y más alto,
y cuando te canses de volar


tuya es la palabra


cuéntame qué viste
cómo fue el viaje

Cuando termine el día

Me siento al escritorio
de la habitación
como si tuviera muchas cosas
que contar, muchas cosas que decir,
y es casi cierto.

Jornada gris en la oficina.


Hoteles, taxis, bosques
ingleses, horarios,
reencuentros con antíguos
compañeros.


En estas horas desiertas,
en esta tierra de nadie,
los motivos se acumulan
para invocarte,
y apareces
en mi mente,
sin apenas esfuerzo,
al filo de la madrugada.


Mañana volveré a Madrid
y caminaré por sus calles
con el alma habituada
a la lógica del asfalto
y
cuando termine el día,
vendrá tu rostro
a hacerme compañía,
como tantas noches,
imaginándote.

Let me go walk with you

We should leave this place
before the storm comes
and the garden is being
wounded by the thunders.
Let me walk with you,
are you all that you promised?
Summer will be end soon,
will you stay with me
when the night is darker
and the days are shorter?
Look how the birds can fly
making circles in the sky
and they gather on the treetops.
Trust me, believe me,
which is not such a contradiction.
And if you wish I'll bring you flowers
every morning,
and words of love written with ink on a piece of paper.

Aprendí de ti

Algo aprendí de ti
y es que eres libre como
el viento
y, por eso,
vienes, vas, te conviertes
en remolino,
y vuelas
sin que nadie te atrape ni
te señale
la dirección del viaje.
El viento conoce su camino
y yo
te espero
para que algún día pases a mi lado
y viento con viento
desatemos al
tiempo y al fuego
sin programa preconcebido,
construyendo
la senda . Viento con viento, unidos

¿Para qué escribir?

¿Para qué escribir? 

Escribir para comunicarnos con los demás, 

para expresar lo que nuestra alma nos cuenta,

para conocernos mejor,

para analizar 

nuestro interior 

y ver de qué materiales estamos compuestos. 

Escribir para que otros nos lean, no siendo 

éste el principal motivo y compartir 

la vivencia que recordamos, 

el amor a la vida, 

la luz de un atardecer,

o el sonido de unos zapatos 

al bajar una escalinata. 

¿Para qué escribir? 

Para no sentirnos solos y para abrazarnos

en cada frase. 

Porque si unos ojos se posan sobre 

los versos y  

si una mente procesa, traduce y experimenta 

lo que hemos transcrito,

no habrá soledad y 

en ese momento 

sonará el arpa de nuestros corazones

cómplices. 

¿Para qué escribir?

Para ensalzar la hermosura. 

La belleza de un paisaje.

Tu rostro en la mañana.

Para describir el ritual 

que realizo 

cuando callado

te veo acercarte. 

Cultivar el silencio

Supongo que las palabras no son del todo libres
en el que momento en que viajan a lugares
donde no son esperadas pero,
aunque sea de mínima forma, lo son.
Porque quieren ser un mar que una dos islas,
un viento que acaricie hojas de árboles distantes,
un barco que uniera dos puertos alejados,
dos auriculares que se descolgasen del teléfono y,
por motivos varios, el cable estuviera cortado.
Vine a escucharte, sí, no a imponer mis versos por decreto.
Por eso, ahora debo cultivar el silencio.

En blanco y negro

En blanco y negro, tu fotografía,
como un recuerdo antíguo
pero al mismo tiempo vigente.
En la ausencia de color,
se aprecia tu pureza,
la autenticidad de una mirada
que no engaña.
Sigues siendo ese sueño posible
que me alegra a diario.

La noche me habla de tí

La noche me habla de tí,
y nunca lo bastante.
La noche me habla de tí,
te ensalza
y te alaba,
enumerando cada una de tus virtudes.
Pienso en ese paraíso
invisible
que se construye
cuando estoy contigo.
A esta hora,
la mente me pide sosiego, calma, ir a descansar.
El corazón me lleva a hilvanar versos
como si fueran hilos de un
sentimiento
que no claudica ante el paso del tiempo,
que se muestra
firme
y que, por supuesto, crece
y evoluciona.
Hay palabras que no alcanzan
a describir
y la mente afirma A,
el corazón expone no A,
y comienza la trama.
Hasta que al fin concluyo
que mis versos no son coartada,
sino forma de expresión
y la noche me habla de tí.
Le pediré que te cuide
y que te arrope con su cálido
manto.

Esta noche

Esta noche: 
Me traeré flores,
me escribiré poemas, 
me propondré una canción con mensaje,
y si ésto no fuera poco... 
Me abrazaré sin medida y sin
escribir ni una sola palabra.

Habitación 316

Habitación 316.
Escucho a mi soledad y me habla
de todo lo maravilloso que ya tengo.
Me cuenta de lo hermoso
que es saberse vivo,
de la grandeza de cosas diminutas,
como un paseo bajo la lluvia menuda
en un otoño adelantado
al norte de Londres.
De todo lo que trata
de abandonar el papel
de víctima enjaulada,
y salir del tedio, de la monotonía y el hastío,
que nos rodea y que nos provocamos
cuando
miramos a la realidad como si la viéramos
a través de un espejo de feria.
Tan elocuente
el estado en que me encuentro,
que me hace pensar
en que el amor, esa sana locura,
siempre estará presente.
En el rostro de los que queremos,
en la sonrisa de los niños,
en la generosidad de una palabra
de afecto,
en comprender al otro
aunque nos perjudique.
En los brazos que no se cansan de abrazar,
en las manos que no se doblan
al trabajar,
en los besos que
damos en la distancia,
cuando nos despedimos de alguien
en una calle transitada
o en la cercanía
bajo la luz de una farola.
Habitación 316.
Mi soledad y yo nos aplaudimos.

Palabras de amor

Let the Life follows its course 
but please, take these words of Love with you

Puedo parar la maquinaria por unas horas,
dejar de pensarte tanto,
descorrer las cortinas que no tienen
las ventanas de esta habitación en la que
es invierno.
El sonido de un bandoneón
me anima
a salir de este lugar donde me
refugio, por mi propia voluntad,
contra el tiempo.
La vida tiene muchos días
y quizás pienses que tengo el discurso fácil,
que las palabras de amor que se recogen en los versos
que te escribo
sean idéntica copia de otras ya escritas
y que podrían ser dirigidas
en cualquier dirección, hacia cualquiera que
se pareciera mínimamente a tí,
o que fuese distinta,
pero ese cálculo mental,
que yo también hago,
no está tan claro.
Quizás valgan más las palabras no dichas,
las guardadas en un cajón bajo llave,
custodiadas,
pero...
Así pasen los días, los meses, los años,
habrá sustantivos y adjetivos, también verbos y no faltarán adverbios,
las preposiciones, las conjunciones y algún que otro artefacto
morfológico,
que como flores en tu ventana
traigan diferentes colores, sutiles fragancias,
cotidianos sabores, prosaicas maneras.
Finales de Agosto en Madrid
y no sé donde estás.
Dejarte ir no significa que no te siga pensando.
Es más, te seguiré pensando sin pedirte nada a cambio.
Hay palabras de amor que no te buscan por si, por casualidad, te encuentran.

¿Qué sería de estos versos?

Puedo pensar
en qué sería de estos
versos si no fueran escritos,
ni el blanco papel
se hubiera visto
de improviso
acompañado por las letras y sus sonidos.
Serían pequeños testimonios de poesía postergada.
Aplazados, relegados a la carpeta
de archivados.
Pero en ese momento en que vienes a
mi mente
como presencia
cercana, familiar y cotidiana presencia,
la palabra llena de color el espacio
que resuena en el lienzo de la frase,
y,
una tras otra,
se juntan las piezas que forman la estrofa,
culminando en la unidad
de este ejercicio
de descripción de toda la belleza
que emanas,
de toda la pureza que en ti diviso.
¿Qué sería de estos versos
si no se basaran en todo tu brillo?

Ya defendimos

“Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan." 
Pablo Neruda

Ya defendimos la cuadratura del círculo,
los días de 29 horas,
las horas con 67 minutos,
los minutos con 93 segundos,
los segundos que duran una eternidad,
las gotas formadas por lagos,
la rueda que funciona con cuatro autobuses
y dos ejes,
la ingravidez de los cuerpos
en la tierra.
A los globos que hacían volar al helio,
las palomas que surcan el aire sin alas,
los niños que son
alimentados por las palomas,
a los perros que pasean a sus dueños.
Pero algo crecimos y aceptamos
que mucho de lo defendido era pura falacia.
Ya nos engañamos a nosotros mismos,
ya dijimos y renegamos
de lo que de verdad deseábamos.
Pero estamos a tiempo.
Estamos a tiempo, de contarnos las verdades,
de ser sinceros
con nosotros mismos,
y no repetir
la senda de la falsedad.

Un poema alcanza

Un poema alcanza a decir
las palabras que nos vienen desde adentro,
y que llenan el silencio con otro silencio paralelo:
más templado, más firme,
construyendo la medida de un nuevo verso.
La mínima armonía que surge
en la paz de habitaciones aisladas
de hoteles de ciudades
que apenas salen en los mapas y
donde las luces amarillas de tímidas lámparas
iluminan la mesa
del escritorio,
desde el cual escribo y acumulo
el testimonio de la jornada.
Un poema alcanza a desear
lo que uno piensa al irse a dormir,
al levantarse cada mañana
pero no es el deseo lo que conduce
todo,
no es el leitmotiv de
la práctica diaria.
El deseo adereza, y,
en todo caso,
le agrega sabor,
a las grises jornadas.
Un poema alcanza para describir
el amor
que uno profesa
y que
con fuerza se incrementa paulatinamente
hacia el siguiente paso,
recorriendo
cada peldaño
del suelo que uno pisa
llevando en el bolsillo
alguna duda necesaria
y unas cuantas certezas resplandecientes,
de los ojos que uno mira
y en los que quisiera
residir de forma permanente.  

Ahora sé que este lugar

Ahora sé que este lugar
que habito es también tuyo.
Que no contiene muros,
ni se han levantado barreras perecederas,
y que tampoco necesita,
como los canales, muros de contención.
Ahora sé que este lugar
no posee férreas fronteras,
puertas de Brandenburgo,
visados especiales,
muros de azúcar,
ni elevados contrafuertes
como los de Jerusalén.
Ahora sé que este lugar,
no tiene como guardiana a la policia soviética,
o a la post-soviética,
y se sitúa
en un preciso
rincón
que casi todos ignoran.
Ahora sé que este lugar
es también tuyo,
y tuya es la brisa que nos brinda
la tarde,
tuyos los jardines,
los jazmines y los lirios,
la hierba y las aves que vuelan.
Ahora sé que este lugar,
en los arrabales de la ciudad ordenada,
es también tuyo,
como tuyas
son mis palabras
y estos versos que te escribo.
Ahora sé que este lugar,
se cansó de maestros presuntuosos,
que se elevan como
astutos siendo necios,
de aquéllos que predican
el evangelio
de su cosecha,
la visión unilateral del mundo,
de los que no escuchan otro discurso
que el que su moral les dictamina,
entrando en lagunas de incomprensión.
Ahora sé que este lugar,
es también tuyo, pero esta es una oferta
no una imposición.

En tu sexto cumpleaños

En tu sexto cumpleaños,
brillas como el trigo temprano en los campos,
tu sonrisa
vale más que un mundo,
tus besos y tus abrazos
me abrigan y me confortan.
¿Qué no daría yo por tí, Alejandro?
¿Qué trozo de mi piel no es también tuya,
qué pelo no te pertenece,
qué célula fugitiva o insomne
no comienza
a comprender
lo que tus ojos me cuentan?
Te haces mayor.
Aprendiendo a leer los propios cuentos,
experimentando con
los límites propios de
la prueba y de laboratorios cotidianos.
Según Pessoa, la vida es un viaje experimental
, hecho involuntariamente.
Viniste a eso, como tantos, 
pero es tu manera de vivir la que te hace 
especial,
aplazando el miedo,
la sinrazón de los cohibidos. 

Amor de mayo, 

sinceramente tuyo, 

Pablo. 

En ciudades que apenas conozco

En ciudades que apenas conozco,
escribo tu nombre. Aplazo las ideas repetidas,
repito las ideas aplazadas,
sumergiéndome
alegre 
en estas aguas que
son más que un océano
y nos separan.
Mas toda distancia es relativa,
pues en ocasiones las almas
se acercan cuando los
cuerpos se alejan.
En ciudades que apenas conozco,
puertos sin mar,
barcos sin proa,
navego por este espacio
que une
y acaricia nuestras
islas,
con el suave tacto de las olas.

Desde una ciudad lejana

Desde una ciudad lejana,
en hoteles donde las habitaciones
se hacen continentes
y desde cuyas ventanas se observa
el rojo mar de la tarde,
cuando las farolas lo inundan todo
con su luz anaranjada
y la noche se abre paso
construyendo su telón
de estrellas sin andamios.
Desde una ciudad lejana,
lejano de mí mismo,
lejano de tantos lugares,
y de la gente que amo,
ordeno y desordeno ideas,
encontrándome, perdiéndome,
hallándome,
pensando,
y,
viene tu recuerdo de soslayo
a hacerme compañía,
a darle a esta soledad la categoría
de menos soledad.
Desde una ciudad lejana,
repaso
el itinerario poético,
los lugares comunes,
las figuras que se repiten en cada párrafo,
y,
viene tu recuerdo de soslayo
a decirme
que cada letra de tu nombre
es una virtud anunciada,
un planeta que girase sin órbita aparente,
el alba de una mañana
de abril,
el aroma de los campos y de las flores,
el agua
que apaga
la sed del exiliado.

Puedo comprender

Puedo comprender
que la línea recta no siempre es la distancia más corta
entre dos puntos
y, por eso,
mis dudas se alimentan de
algunas certezas
siguiendo un camino curvo.
Oí, escuché, acepté
como parte de este aprendizaje
de vida.
Si no sales de mi mente
y tampoco de mi corazón,
si no te apellidas obsesión,
si tu recuerdo me hace bien,
pues no implica apenas dolor,
¿cómo no continuar esta senda
tranquila, este lento viaje hacia
ese paraíso que está
formado por
tu sabia y clara mirada,
tu nítida visión de la realidad,
tu sonrisa eterna,
donde viviría por siempre
junto a
tu dulce y armónica voz?

Amar sin depender

Amar sin depender
y demostrarlo con
el acto,
la palabra,
practicando la libertad.

A diario,

me es dificil

aguantar la tentación
(nadie ocupa / ocupará tu lugar)
de escribirte un poema
o dejarte una nota
enumerando los motivos
por los que
te echo de menos

Poema de buenas noches

Buenas noches, linda,
que tengas dulces
sueños,
que la luna te cubra
con su manto esmeralda,
con la luz
que entra por tu ventana.
Buenas noches, linda,
yo te bendigo y
te espero
para verte luego
en los pasillos
de mi pensamiento.

Aprendiendo a amar

Aprendimos a amar
de nuestros padres,
de la forma en que ellos
nos trataban,
de su manera de hacer,
de relacionarse con nosotros.
Aprendimos de su cariño,
de su ternura,
también de la escasez de esto,
cuando en la vida habia tormenta.
Asimismo,
aprendimos
de todas las cosas bellas
que nos dieron y de
sus claroscuros,
cuando los tuvieron.
Tributo de lo mucho o lo poco, que tenían.
Aprendiendo a amar,
se pasa uno toda la vida.
Aprendiendo a...
Amar sin egoísmo,
y si el silencio entre dos se vuelve
obstáculo, juntar palabras sin molestar.
Amar sin hora, ni fecha límite
en el calendario,
amar respetando el espacio,
y no usando el mapa detallado
de los lugares comunes.
Amar sin artículos posesivos,
amar en cada verso,
amar en los jardines
transitados,
amar en la madrugada
y al alba,
siempre amar.

Enumero

Enumero
las razones
que me unen a ti
por una especie de
hilo invisible,
que no aprieta
ni aprisiona.
Enumero
los instantes en
que te habría
robado un beso.
Enumero
los motivos
para creer que es posible,
que la vida dispondrá
ocasiones nuevas
para la alegría
de los dos.
Enumero los días
sin verte,
los momentos felices
que me trae la soledad
y las cosas
que, como cualquiera,
construyo.

Recorro la mañana

Recorro la mañana 

entre calles grises y resquicios de luz al 

cruzar las esquinas. 

La ciudad es laberinto y 

es desierto,

es entramado de vías,

de trenes y aceras.

Hay magia en la incertidumbre 

de los pasos que no hemos dado.

En este momento en el que todo fluye, 

y como río que se acrecienta a cada 

paso, 

nombro esta

plaza en la que la brisa cálida me envuelve.

Te he visto tras 

el muro de aquel

jardín escondido

donde solíamos ir. 

Caminaría hasta tí,

como si se tratara de lo último que 

hiciera, mientras 

reviso en mi mente 

toda la alegría 

que me produce tu presencia. 

La música que suena no es la de un piano triste,

ni la de un violín melancólico. 

Vencimos al dolor y éso es bastante. 

Que suenen alegres las guitarras, 

que vengan los ruiseñores a traernos su canto,

que los gorriones se arremolinen 

a nuestro lado 

y que la mañana 

prosiga con su lento paso. 

Práctica y Teoría

Práctica y Teoría
son métodos
complementarios
mas no opuestos.
Puedo decir que un árbol es verde en sus
hojas y marrón en sus ramas
porque en primera instancia
así lo parece.
Puedo decir que un árbol es verde en sus hojas y marrón en sus ramas porque
mis sentidos lo confirman y diferencian estas partes del árbol
del resto de colores.
Puedo decir que es amor
cuando te conocí
y acudí al baúl de la
memoria para extraer pañuelos
perfumados o el aroma de las
flores más fragrantes.
Es mi perspectiva.
Puedo comprobar cuando
es amor
cuando te veo llegar
de lejos
y parece como si te hubiera
estado esperando
una vida entera.
Pero claro, es mi perspectiva.

qué hermoso sería

Otro poema de amor
para decirte
qué hermoso sería
si dejáramos de lado
la rigidez, el hermetismo,
y saltáramos los muros
que nos separan,
los reales y los figurados.

Qué hermoso sería
bañarme en el lago azul
de tu mirada
y sumergirme en tus
aguas puras
si tú me dejaras.

Qué hermoso
sería cultivar contigo
el fruto cotidiano,
y
comprobar
el sabor de la miel
que traen las abejas
de las flores.

La noche y tú

La noche es cálida
y tú estás lejos.

Quisiera verte o al
menos escuchar tu
dulce voz al otro lado de
la línea telefónica.

Esa música que lo inunda
todo con su alegría y su poder
restaurador
.
No se me olvida, amor.
No se me olvida
que es tu vida.

Pero prefiero pensar en positivo.

En vez de malgastar energías
con emociones
y sentimientos negativos.

Me gusta imaginar que
estás aquí,

que charlamos
sin mirar el reloj
y que nos dan las tantas.

Te ofrezco un té, infusión o vino.

El amor nos transforma
como flores
que se abren en primavera.

La noche es cálida
y tú estás tan lejos.

La ciudad nos protege
como noctámbulos
habitantes
y nos cede la palabra
para posponer
la llegada
de momentos en común.

No nos rindamos, corazón

No nos rindamos , corazón
No abandonemos la ilusión
No renunciemos a la alegría
No desistamos de este camino
No claudiquemos ante la imposición
No capitulemos ante la pax romana
No dejemos de lado
los sueños de emancipación
y nos ciñamos a la costumbre
de las cosas,
a la rutinaria manivela del diario
que debiera colmar
todas las ansias
pero que queda lejos
de poder hacerlo

Estación soledad.

A veces es necesario
tomar el tren hasta
la estación soledad.
Y no pretender
que , acto seguido, vengas
a salvarme
sólo porque
llegué a este lugar
siendo
el único viajero
y sentirme solo
sea como quemarme con el hielo
de la indiferencia
del mundo.
No hay víctimas.

Pero hay sonidos y luces
en esta parada
en el tiempo que empieza a ser armoniosa.

Aquí hay tiempo para reflexionar
y afrontar los fantasmas interiores,
trazar planes de acción,
abrazar la propia soledad
y componer estrofas que hablen
de ti
y te convoquen
en otra estación,

también bella
y también luminosa,
la de la alegría.

Mejor así

Mejor asi.
Mejor vivir
que hablar sobre la vida.
Mejor crear oportunidades
que quedarse mirando
las que han desaparecido.
Mejor revisar nuestras habilidades
sociales
en vez de ser simple testigo
de
monólogos
introspectivos,
necesarios para el conocimiento
de uno mismo.
Mejor andar que quedarse parado.
Mejor amar que decir que uno ama.
Mejor regalar paz y silencio
cuando nuestras palabras
no hacen demasiada falta.
Mejor preguntarte antes
de hablar si
te viene bien que diga...
Por ejemplo,
la gran alegría que es
haberte conocido.
Mejor aprender que
hay que levantarse,
resistir y reconocer
nuestros humanos
errores,
nuestra natural imperfección.
Nunca quise ser
distinto a como soy
mas puedo crecer.

Mejor seguir cometiendo
errores si se trata de ti,
a no ser que
el verso se convierta
en sucia estrategia,
y no en síntesis
de sentir
acumulada
en casi un lustro
desde que te he conocido.

Mejor mirar hacia adelante
si el presente no es propicio
y haya
gentes queridas
que merezcan estos
sacrificios.

Mejor decirte
que
por mucho
que estés lejos
vienes a mi mente
como de un sueño
clandestino
en que tú
fueras
la reina de las
rosas, de las fuentes
y de los lirios,
en un jardín escondido.

Si la Musa

Si la Musa
se cansa de ser Musa
y decide reinventarse,
reconstruir y seguir
creando por sí misma
ajena
a las modas
y a los vaivenes del tiempo.
Si la Musa
elige una poética
nueva,
con versos
que definan su espectro
de color,
su abanico sonoro,
pues
no quedará otra
que
permanecer
expectante
y atento
ya que ella es sujeto
de las diversas oraciones
principales
.

Apuntes sobre la Gran Via

Luna llena sobre la Gran Via.
Edificios altos, luces de colores
y de neón.
Uno se habitúa
a este inmenso océano
de asfalto
en el que es un pez más
buscando su lugar
en el incierto devenir
de las mareas
y el inconstante batir de las
olas contra los muros de hormigón.
En este viaje al fondo del
mar urbano,
uno distingue las diferentes
especies que la pueblan, se incluye
en una y las categoriza.
Hay clasificaciones imprecisas
pero que hacen comprender
la arquitectura de las sociedades
submarinas.
Los hoteles, las tiendas,
los cines,
los teatros permanecen iluminados.
La soledad de los peces es habitual
y apenas ya duele.
De todas maneras, sería hermoso
que nadásemos
juntos
en estas aguas de
Ciudad.