hablemos de la tristeza

Hablemos de la tristeza
como ese asunto que en ocasiones nos afecta.
De la tristeza individual, de la colectiva. Hablemos
de la casi tristeza, de la pasajera, de la que apenas dura unos instantes o aquélla que se acarrea toda una vida.
Hablemos de la tristeza que está, de la que se fue, hablemos de cómo construir su antídoto la alegría pues nunca un invierno fue tan largo
para dejar la isla gris sin una primavera bien merecida.
Hablemos de la tristeza
, de la soledad, de la multitudinaria compañía. Hablemos de la tristeza para decirle adiós pues seguimos vivos y hoy es ayer todavía.

La primavera se abre paso

La primavera se abre paso
en el parque.
La primera flor del almendro
brota blanca, reluciente,
nítida y
la tarde
me recibe
con su cálida ternura
bajo un sol ocre
de luz tibia. Más allá hay
terraplenes polvorientos.
Animales domésticos
corren sueltos sin correa.
Cipreses de sombras alargadas.
Calles llenas de vehículos y la lógica de un sucio ajedrez
de piezas carcomidas
movidas por manos mugrientas.
La primavera brota e invadirá la ciudad con su ejército de olores y sabores indomable.

pideme cualquier cosa

Pídeme cualquier cosa, pon tus limites, establece tu código de normas, pero no me pidas que me tape los ojos cuando sonríes.
 Bien sabes cómo atesoro tu
 sonrisa. Ésta se produce en ese instante único y casi sagrado cuando tus ojos brillan como dos lamparitas en la oscuridad y estás mágica, radiante, infinita.
Pídeme cualquier cosa,
condename al exilio,
envíame al país donde sólo hay silencio
pero no me dejes sin la alegría
de contemplar
tu sonrisa en esos días
donde lo es todo.

cada

Cada esperanza
por pequeña que sea
nos empuja hacia adelante

Cada deseo
cada palabra de aliento
cada suspiro en la mañana

Cada paisaje
cada luz que se abre
entre los árboles

Cada mirada
cada sendero
cada rostro de ti

podria contar

Podría contar un innumerable número de historias
pero fingir no puedo ni es algo que deseo.
Claro que duele tu ausencia
pero resisto y espero.
Por más que consulte el reloj,
andas por otros senderos.
Caminos para hacer crecer.
Construyendo cada vez un mundo nuevo.
Atardecer es un solo verbo pero atardece sin ti
y es un simple contratiempo porque tu solo recuerdo ya ilumina mis tardes.

Una habitación llena de arañas

Son las arañas
los símbolos depositarios
de tus miedos
y yo te animo a mirarlas
de frente,
a descifrar el código
secreto de tus fobias.
Libérate de la culpa
que te aprieta,
libérate de aquél que te somete
al dictado de sus
oscuros proyectos.
El ego inflado
del infame,
el tumultuoso
devenir del tiempo.
No es cierta la gran patria
que venden los arquitectos de castillos de naipes,
prefiero pensar
en la pequeña patria,
en la construcción diaria
del paraíso cotidiano.

Querida niña

En el día de tu cumpleaños, querida niña,
te escribo unos versos,
para describir con palabras
lo que no puedo decirte con mis hechos.

Te deseo que tengas una jornada
repleta de buenos momentos,
amor y alegría,
que la tranquilidad y la calma
te abracen
con su cálida manta.

Es tu sonrisa la que ilumina
la estancia,
la que alegra a tus padres,
a los que te quieren de veras. 

Tus ojos azules y risueños,
tu carácter alegre y juguetón.

Tu mirada que se ensombrece
cuando llueve demasiado.

Tus dos coletas que saltan y
que no son las de la Lolita de Nabokov.

Montaña joven que crece
entre cumbres,
algunas ya lejanas,
otras sólo distantes.

Querida niña, yo te guardo
el más profundo de mis afectos,
sin fecha de caducidad,
y, en este tu aniversario,
te envío
mi cariño silencioso,
mi silencio ensordecedor
y militante.

El plazo de un amor

¿Cuál es el plazo de un amor?
Para algunos el plazo es un instante. Para unos
un paréntesis, o toda una vida.
Para otros tiene que ver con
las señales, con los indicios
de que dispone el tiempo.
Hay amantes efímeros, otros
discontinuos. Existen hasta los
que ostentan el cargo y otros
que viven el amor
como si fuera un todo continúo.
La banda sonora del viaje,
la última isla donde caer rendido.
Hay amores que se resumen
con la musicalidad de un silbido
cuando uno camina alegre
por las calles
del barrio conocido.
¿Que importa el plazo de un amor
si es éste el camino elegido?
Deleitemonos, recordemoslo,
construyamos la senda
y propongamos
la nueva ruta
hacia el dulce río.

Mein kleines Gedicht

Du bist nicht oder du bist da.
Ich sehe dir an und du siehst mir an
aber können meinen Augen nicht
dir in den Morgen finden.
Ich bin frohe. Ich bin traurig aber
stehe ich immer mir auf.
Das ist mein Weg.
Ich denke dir jeden Tag.
Das ist mein kleines Gedicht.
Das ist
mein kleines Geschenk für dich.

Tarde de Febrero

Tarde de Febrero.
Camino por
el jardín donde los cerezos
continúan desnudos
y que espera a la primavera
para que los vista
con sus flores blancas.
Hay glorietas,
caminos,
varios bancos entre los pinos,
una fuente de cuyo interior
brota el agua, una acequia
y muchos solitarios
que buscan un resquicio
de paz
en un lugar
donde la ciudad ofrece
una tregua,
y se aleja por un instante
de la lógica aplastante
del asfalto
y la madeja
de calles encendidas,
incendiadas
por el fuego
que surge del rayo
que fulge,
del rayo que acecha. 

 

Contra las olas

En los días en los que
el Mediterráneo proponía olas altas,
iba de niño a la zona de la playa
a desafiar al batir del mar.
Desde la orilla,
me adentraba
en sus aguas de poniente
y me gustaba saltar
con la cadencia,
con el ritmo
como si se tratara de un
baile.
Cuando venía
una gigantesca onda
y me envolvía,
me tiraba contra
las piedras de la orilla.
Por eso,
volvía, una y otra vez,
con igual ímpetu
que en el inicio
a recuperar
esa pequeña lucha
contra los elementos,
esa cotidiana batalla
contra las olas,
contra el discurso
del agua salada,
la roca y el alga.

Amor, nuestra primavera no tiene fin

Amor, nuestra primavera no tiene fin
porque, aunque el invierno se empeñe
en desplegar sus tropas
y programar el calendario de las nubes,
las lluvias, la nieve
y el viento,
una fuerza misteriosa surge
para contrarrestar semejante
ímpetu calculado
y concedernos
el salvoconducto
para entrar en la estación
gozosa. El agua cae
por los desagües
de esta estación donde habitan
las sombras en este día lluvioso
del mes de Febrero.
Una luz diminuta se ha posado
en la ventana de un sueño:
La primavera inacabada que
resurge desde el silencio.

 

Usted

Usted que no estrecha la mano del presunto indigno,
usted que no estrecha la mano del hipotético farsante,
usted que sufre y que padece la tristeza de un viaje al desierto.
Creáme, no seré el más indicado pero le digo que comprendo
que las heridas del amor no se curan con palabras.

Vivir ahora

Matias debe vivir ahora sin
mirar atrás.
Mirar atrás solo para
aprender de lo vivido.
¡Hay tantos finales
que son solo principios!
Esta tarde hace frío pero da
gracias por todo lo que tiene,
por todo lo bueno que está
por venir.
Tiene suerte y debe vivir ahora.
El Principito
de Saint-Exupery
 decía que
solo se puede ver bien
con el corazón.
Y éste le coloca
las lentes para
ver el amor hacia una hija,
y el deseo de su futuro
estable y feliz.
Debe decir
que aunque no esté en su
mano la felicidad de la niña
a la que hace alusión,
siempre está en su corazón
y le guarda un
recuerdo a diario
aunque ya no le permitan
apenas acercarse a ella.
Comprende los motivos de la ausencia
de su madre, a la que envía flores
y poemas con frecuencia,
y añade que amar a una maravillosa mujer nunca es ni será un error.
Caminando distantes, ojalá nos encontremos, suele decir.

Siendo pacientes

Siendo pacientes, positivos y constantes, alcanzaremos sueños. Avancemos sin mirar atrás, sin prestarle atención a los que conspiran, a los que tejen tramas, a los que diseñan estudiados protocolos de seguridad, pues la ilusión y las ganas son más fuertes que cualquier milimétrico plan. Aliémonos con el tiempo y démosle la oportunidad de fluir junto a él, de aprender de él.
El amor a nosotros mismos ya nos alcanza para sentirnos felices y poder compartir este amor con aquéllos a los que queremos.